Tiempo

Acompáñame por el camino. No mires delante, tampoco detrás. Ni el futuro ni el pasado ya importan. De sólo el presente te has de ocupar. De tu presente que soy yo, ahora, ayer y siempre. Tu presente infinito que fue futuro y será pasado. Cuando llegue mañana, ya no me verás, como ayer no me viste, pues sólo en el hoy existo. Pero cuando mañana sea hoy, al igual que ayer también lo fue, allí estaré esperándote como esperándote estuve. Llegará un hoy en el que tú sólo serás ayer y nunca más mañana. Ese hoy seré un presente caduco, cargado de ayeres que nunca quiera ver más mañanas, pues el hoy puede ser soportable sin ayer, pero nunca sin mañana.

El caso es que para la vuelta a blog, quería hacer un minipost diciendo que iba a dedicar la semana a escuchar la música de Henryk Gorecki, compositor polaco recientemente fallecido y del que siempre postergaba la audición de sus obras, a pesar de tener mucha curiosidad por su obra. Pero me ha salido lo de arriba que me ha parecido divertido. Prometo volver pronto y escribir qué me ha parecido la música de Gorecki. Empezaré por la que parece ser su pieza más reconocida, su tercera sinfonía o Sinfonía de las Lamentaciones. Una pieza divertida no parece, desde luego.

Comentarios