Vicky Cristina Barcelona de Woody Allen


A ver si me acuerdo de cómo funciona esto. La verdad es que tras la paternidad tengo esto un poco abandonado, a ver si recupero cierta frecuencia de escritura. Además tampoco vamos al cine, así que todo lo vemos en casa por lo que pocos estrenos puedo comentar. Pero bueno, el caso es intentarlo así que allá vamos.

Vuelve Woody Allen a nuestras pantallas en su cita anual como acostumbra el director neoyorquino. Siempre es de agradecer que directores veteranos como él sigan en activo y ofreciendo muestras de su arte, pero en el caso de Allen uno no puede dejar de preguntarse si no sería mejor que reposara un poco entre proyecto y proyecto y así poder afinarlos mejor. Un proceso de maduración del guión que sin duda habría mejorado sin duda su último film.

Vicky Cristina Barcelona (título horrible, por cierto), narra las peripecias amorosas de dos amigas norteamericanas que llegan a Barcelona para pasar una temporada. Vicky(Rebecca Hall) tiene la intención de realizar una tesis sobre la identidad catalana (según el film: Miró, Dalí y poco más... La chica no tiene ni idea de castellano y el catalán no se escucha en toda la película) mientras mantiene una relación a distancia con su prometido en Nueva York. Mientras, Cristina(Scarlett Johansson) es una chica que se está buscando a sí misma. En su camino se encuentran con Juan Antonio (Javier Bardem), un pintor bohemio incapaz de olvidarse de su ex-mujer, la temperamental María Elena(Penélope Cruz).

Encasillar al film de Allen en una categoría es difícil. Lo venden como una comedia, pero en la práctica, salvo las escenas en las que participa Penélope Cruz, que sí resultan simpáticas, el resto del film se mueve en un terreno indeterminado. Nada resulta divertido ni dramático, ni resulta interesante. Allen juega al contraste del temperamental y abierto macho español frente a las puritanas mentes anglosajonas. De hecho, la primera vez que se cruzan las protagonistas con el personaje encarnado por Bardem, éste les ofrece viajar a Oviedo para pasar el fin de semana y llevar a cabo un trío. Tal cual. Detalles como ése y otros que comentaré más adelante sólo confirman el nulo conocimiento que tiene Allen de la cultura española y su visión de turista al respecto.

A nivel de realización Allen demuestra una vez más que no es un director visual. Su película es un film plano, cansado y anodino en su puesta en escena. Conversaciones en plano-contraplano sin ni siquiera ofrecer un plano general, siempre optando por la opción más obvia o sencilla, descuidando además en diversas escenas la continuidad misma entre los planos. A esa absoluta falta de fuerza visual se le añade una molesta voz en off que demuestra la desgana con la que Allen afronta el proyecto, pues esa voz es el núcleo central de la narrativa. Incapaz de narrar de modo fluido recurre al narrador constantemente para hacer avanzar la acción. Sólo hay un tramo de película que carece de ese narrador, es una parte del film que nos cuenta la vida en común de Cristina con Juan Antonio y su ex mujer. Es el único tramo donde el film cobra vida, gracias a que Allen se olvida del narrador y se concentra en contarnos él con su cámara la historia. Lamentablemente es un espejismo y poco después todo sigue como estaba antes. Como agravante, el narrador en muchas ocasiones se comporta como un guía turístico, limitándose a decir los nombres de los lugares por donde pasan los personajes.

El guión carece por completo de fuerza y de diálogos destacables, algo impropio de Allen. Los personajes son meros estereotipos apenas esbozados y el único personaje más trabajado (Vicky) no resulta especialmente atractivo ni interesante. Es un trabajo tan flojo que no parece provenir del creador de Match Point o La Maldición del Escorpión de Jade.

A nivel interpretativo, el film es correcto. Los actores cumplen pero poco más, no se les nota especialmente motivados. La excepción es Penélope Cruz, brillante, divertida, excesiva como María Elena, una auténtica robaescenas que provee al film de los únicos momentos de comedia y lo dota de una fuerza de la que carece el resto del metraje. Todo un descubrimiento y sin duda lo mejor de la película. También destacar a Rebecca Hall, protagonista del film al fin y al cabo, aunque su personaje resulte poco atractivo. Scarlett Johansson, como casi siempre, sosa.

La fotografía, del gran Javier Aguirresarobe, llama la atención por lo inapropiada. La tonalidad elegida por Allen no recuerda a la luz de Barcelona, el tono amarillento del que dota a la realidad no acaba de estar justificado. Además resulta incoherente que realice el mismo acercamiento lumínico para fotografiar la ciudad de Oviedo, cuya luz es muy distina a la de la ciudad Condal.

Como es habitual, Allen no usa música original en la película, a pesar de ello me extenderé un poco. Resulta increible que el director americano sea músico por el poco respeto que muestra hacia la música empleada en su película. Su acercamiento carece por completo de funcionalidad dramática, su único objetivo es impedir que haya silencio y para lograrlo se dedica a salpicar el metraje con fragmentos sin orden ni concierto de Asturias de Albéniz, Entre dos aguas de Paco de Lucía y Barcelona de Giulia y los Tellarini. Los fragmentos se repiten, se cortan durante todo el film sin ningún sentido. Un absoluto desastre y algo imperdonable para un director con la trayectoria de Woody Allen.

En resumen, Vicky Cristina Barcelona es el peor film rodado por Woody Allen sin duda. Allen demuestra además su nulo conocimiento de la cultura española, realizando un acercamiento típico de turista poco informado. Como elementos positivos destacar que el film no aburre y, sobre todo, Penélope Cruz, brillante en su papel secundario, capaz de hacerte creer que la película es una comedia. Lástima que esté tan poco tiempo en pantalla.

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Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Te hago la misma pregunta que a Vero: ¿crees que Pe se mereció el óscar?
José Córdoba ha dicho que…
Yo creo que el papel es muy agradecido y que ella sin duda es lo mejor de la película, la única capaz de dotar de energía a un conjunto muy soso.

Ahora bien, este año tenía dos contrincantes a mi entender superiores a ella: Viola Davies y Amy Adams por Doubt.

Pero bueno, los Oscars sólo dicen lo que la gente de la industria americana prefiere del año anterior. Aunque siendo justos para Pé, el sindicato de actores americano también le otorgó su galardón.