Sweeney Todd de Tim Burton (y Stephen Sondheim)


Tras un paréntesis de dos años y algún proyecto que por unos motivos y otros no ha llegado a ver la luz, regresa Tim Burton a nuestras pantallas con la adaptación al cine del ya clásico musical del venerado Stephen Sondheim: Sweeney Todd el barbero diabólico de la calle Fleet.

Benjamin Barker(Johnny Depp) un barbero encerrado en prisión por los celos del juez Turpin(Alan Rickman), quien estaba enamorado de su mujer Lucy, vuelve a Londres tras catorce años fuera acompañado de Anthony(Jamie Campbell Bower), un joven marinero. Una vez en su antiguo hogar y con la ayuda de la sin par señora Lovett intentaré vengarse de Turpin y rescatar a su hija Johanna(Jayne Wisener), ahora pupila del juez y con quien pretende casarse, de sus fauces. La sangre, y en abundancia, no tardará en correr.

Como comentaba en otro post, el musical no es un género ajeno en la carrera de Burton, gran parte de sus películas han tenido en mayor o menor medida alguna escena puramente musical y sus dos incursiones en el género animado(tres, si contamos James y el melocotón gigante) son 100% musicales. La novedad estriba en que estaba vez adapta una obra previamente existente. Para los auténticos amantes del musical Stephen Sondheim es el verdadero genio, un clásico en vida, que si bien no goza del reconocimiento popular de Andrew Lloyd Webber se sitúa muy por encima de él en cuanto a calidad. Además Sweeney Todd es junto a A little night music(el famosísimo Send in the Clowns, corresponde a esta partitura) su obra más reconocida y alabada por la crítica(si exceptuamos West Side Story de la que sólo fue letrista). De ahí que Burton se enfrentara a un proyecto difícil en las dos vertientes, funcionar como película y ser fiel al musical. En este sentido, el director estadounidense ha adoptado una serie de decisiones que han sido polémicas para los fans del musical, a pesar de contar con el beneplácito del propio compositor.

El cambio más notable es la eliminación de una serie de canciones para acortar la duración del relato, que de casi tres horas se queda en dos. Entre las canciones descartadas destaca la balada de Sweeney Todd, cuya melodía se escucha en los créditos del film, que se repetía modo de coro griego durante la representación. Además varias de las canciones protagonizadas por Anthony, Johanna y Turpin también han desaparecido de la película. Estos cambios redunda en una mayor fluidez de la narrativa(la película se pasa en un suspiro) pero también evita el poder profundizar más en esos personajes, quizás secundarios, pero importantísimos en la trama, sobre todo en el caso de Turpin. Además motiva que, de un modo notorio en la segunda hora, la acción de atropelle, se desencadene todo demasiado rápido.

La puesta en escena de Tim Burton es ejemplar, muy clásica, dando cancha a los actores para que se luzcan, con un montaje muy ajustado y una elección de planos muy acertada, destacando el tristemente hermoso que cierra la película. Es una película muy oscura, con un gran diseño de producción de Dante Ferretti, pero a pesar de eso, se puede decir que no es una ambientación 100% Burton. Sus películas suelen destacar por ser barrocas y extrambóticas en su diseño de producción, Sweeney Todd por el contrario resulta mucho más contenida y comedida, sólo destaca como muy característica de Burton la única escena onírica del film, la canción On the beach que nos narra los sueños de futuro de la señora Lovett. Viendo esa escena uno puede idetificar sin lugar a dudas que se encuentra frente a un film de Burton.

En el plano interpretativo destaca Helena Bonham Carter, deliciosa como la ilusa señora Lovett, además sin tener una gran voz aguanta muy bien el tipo en las canciones. Johnny Depp, por otro lado, no está al mismo nivel, una interpretación correcta pero carente de brillo y resultando muy justito en las canciones. En cuanto a los secundarios, Alan Rickman está perfecto como siempre, si bien se echa en falta algo más de cancha a su personaje. Jamie Campbell destaca en el plano negativo, el actor carece de fuerza y carisma, resultando un personaje carente de interés que lastra la película constituyendo un claro error de cásting.

En el plano técnico destaca un extraordinario diseño de producción y una muy oscura fotografía, perfectas en su labor de dar credibilidad al Londres triste y decrépito que muestra la película. Por otro lado, la partitura de Sondheim, a pesar de que quizás necesite más de una escuche para apreciarla mejor, resulta muy gratificante y estructurada de un modo inteligentísimo basando las canciones en leitmotifs a los que cambia la orquestación, el tono y la letra según la escena. Además de las tres versiones que he escuchado del musical, la orquestación del film resulta superior a todas ellas. En el plano interpretativo resulto menos llamativo, siendo inferior a las otras versiones escuchadas. Como curiosidad, recomiendo intentar hacerse con la versión interpretada en catalán por Constantino Romero y Vicky Peña superior tanto a la versión del film como a la de Broadway del año 2005.

En resumen, Sweeney Todd es una buena película, excelente en su técnica y sorprendente en su ritmo (más tratándose de un director irregular narrativamente hablando como Burton), en la que destaca la excelente puesta en escena y una maravillosa Helena Bonham Carter. Lamentablemente lo atropellado de su ritmo, la poca profundidad de los secundarios y la floja interpretación de Jamie Campbell la alejan de lo que podría haber sido una gran película.

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