La Jungla 4.0 (Live Free or Die Hard)


El éxito de películas como La Guerra de las Galaxias o En Busca del Arca Perdida cambió el mundo de cine a finales de los años setenta. Su influencia no sólo quedó circunscrita en los géneros de la ciencia ficción o el de aventuras, sino que también se notó en el género de acción de los años ochenta. Atrás quedaron las películas realistas, de personajes angustiados del género policial de los setenta. Llegó la época de los hombres normales transformados en héroes a su pesar, de policías solitarios capaces de echar al traste los más estrambóticos y grandilocuentes planes de los malos de turno. De mediados de los ochenta hasta mediados de los noventa, el nuevo género de acción más espectacular, más violento gozó de su época dorada. Fueron los años de las junglas de cristal, de las armas letales, de los depredadores... Su principal característica era la espectacularidad, su increible capacidad de destrozar los más variopintos escenarios.

Directores como Richard Donner, John McTiernam, James Cameron o Renny Harlin alcanzaron su mayor reconocimiento durante esos años. Durante esos años hubo de todo, películas muy malas pero también grandes logros, casi siempre salidos de manos de estos directores. En el campo de la interpretación sus protagonistas fueron, sin duda, Bruce Willis, Arnold Schwarzenegger, Mel Gibson y, en menor medida, Sylvester Stallone. Lamentablemente con el paso de los años el género se fue deteriorando dando entrada a subproductos protagonizados por Steven Seagal o Jean Claude Van Damme.

Dos fracasos, uno absoluto y otro relativo, dieron fin a esa etapa, en lo que también influyó la entrada de otro estilo de directores como Michael Bay. Los dos fracasos son El Último Gran Héroe (Last Action Hero, John McTiernam, 1993) y Mentiras Arriesgadas (True Lies, James Cameron, 1994). La primera era la gran esperanza de la Columbia del año 1993, una de las películas más caras de la década, con una promoción que llegó a colocar el logotipo del film en la nave Columbia; todo con tal de plantar cara al gran enemigo de ese año, Parque Jurásico (Jurassic Park, Steven Spielberg). A estas alturas todo el mundo sabe quién ganó la carrera. La película de McTiernam, una autoparodia homenaje al cine y al propio género de acción, no acabó de encontrar a un público que no esperaba encontrarse con una película así, una pena, pues resulta un film muy estimable, repleto de acción y con un gran ritmo y sentido del humor, sabiendo reírse siempre de sí mismo. En cuanto a Mentiras Arriesgadas, el fracaso es relativo, la película acabó siendo rentable aunque no dio demasiado dinero, teniendo en cuenta que fue la película más cara de la historia (algo habitual para Cameron, un buen director incapaz de controlar los rodajes). Tras esos dos films, los grandes estudios echaron el freno a los presupuestos elefantiásicos para este tipo de filmes, y poco a poco fueron desapareciendo de las taquillas. En cuanto a los directores, sus carreras fueron dispares, McTiernam no volvería a contar con confianza plena de un gran estudio, aun así rodaría posteriormente Jungla de Cristal: la venganza, por petición expresa de Willis; Donner ha seguido rodando con cierto éxito, aunque cada vez en films menos ambiciosos; Harlin, por otra parte, tras el fracaso de La Isla de las Cabezas Cortadas, quedó relegado a subproductos de serie B; James Cameron tras Titanic desapareció, si bien se encuentra actualmente trabajando en su nuevo proyecto, Avatar.

Todo este rollo viene a cuento del estreno de La Jungla 4.0, que supone un intento de retorno a las raíces del género que ha sido invadido por directores incapaces de dotar de ritmo o personalidad a sus películas, que se pliegan a las órdenes de los estudios sin rechistar, gente como Rob Cohen o Bret Rattner. Michael Bay por otro lado, parece ir desligándose cada vez más del género, en busca de otros terrenos.

Pues como decía, vuelve John McClane, a quien no veíamos desde la última jungla, hace ya más de diez años. En este tiempo, el personaje ha cambiado de ciudad, se ha divorciado, mientras su rango o su socarronería siguen intactos. Su nueva misión consiste en escoltar a un hacker a la sede del FBI en Washintong, ya que es sospechoso de haber realizado un ataque contra los servicios de inteligencia. Lo que iba a ser una misión de rutina, pronto se torna en algo mucho más grande y peligroso.

La Jungla 4.0 supone el regreso de la espectacularidad e inverosimilitud al género por la puerta grande. En ese sentido no defrauda, todo sigue la norma del más difícil todavía, por imposible que sea y, creedme, hay muchas escenas que están más allá de lo posible. Por otro lado, la violencia física se ha reducido, apenas hay sangre en pantalla, los malos mueren fuera de pantalla o de un modo inmaculado (con el consiguiente ahorro en tintorería) y también el nivel de palabrotas de McClane ha descendido ostensiblemente, sobre todo si lo comparamos con el último film.

Por otro lado la dirección de Wiseman resulta una grata sorpresa en cuanto a planificación de escenas de acción, que se siguen de un modo impecable, dejando respirar a los planos y con algunos momento muy acertados. Por otro lado el director falla a la hora de dotar de urgencia, tensión a la historia. Todo es muy espectacular, muy grande, pero al espectador no le llega la tensión, le apabulla, le divierte, pero no se involucra. Además no se muestra muy acertado con los puntos cómicos, siendo estas escenas y, en general, todas las que no tienen acción (pocas afortunadamente, lo más flojo de la película).

En cuanto a los actores, tenemos un poco de todo. Willis está perfecto como McClane, notándose que disfruta interpretándolo. Timothy Olyphant resulta muy flojo como villano, sin duda el peor de toda la saga. Justin Long, como compañero de fatigas de McClane, también resulta muy flojo y un tanto pesado. Por otro lado Maggie Q está imponente como malvada, si bien le dan poca cancha.

En los apartados técnicos la película es más que correcta, destacando unos muy acertados efectos visuales. Por otro lado la música de Marco Beltrami resulta la peor de la tetralogía, funcional, pero alejada de lo conseguido por el fallecido Michael Kamen en las anteriores.

En resumen, La Jungla 4.0 resulta una agradable sorpresa, una película espectacular, corta, entretenidísima. Recomendable, aunque lejos del nivel de las tres primeras. En espíritu sería más cercana a la tercera, si bien en aquélla el ritmo trepidante y cómo estaba rodada compensaba con creces sus defectos. Y es que McTiernam es mucho McTiernam. Aun así, Wiseman ha salido bien parado del proyecto.

(jeje, cómo se nota que hace tiempo que no escribo, vaya post más largo me ha salido)

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Ya se te echaba de menos... Es que da gozo leer tus críticas :P
Anónimo ha dicho que…
lo leí... arf

:)
Antonio Rentero ha dicho que…
"(...) en menor medida, Sylvester Stallone. Lamentablemente con el paso de los años el género se fue deteriorando dando entrada a subproductos protagonizados por Steven Seagal o Jean Claude Van Damme".

Virgen Santa, como lo lea Alex!!!

;-)

Totalmente de acuerdo con la incomprensión de la magnífica "Last action hero", "True lies", en cambio, auqnue taquilleramente no respondió del todo a las expectativas (y con todo, fue un grandísimo éxito) sí que resulta mucho más estimable en el recuerdo del aficionado. Durante mucho tiempo, al principio de generalizarse los sistemas Home Cinema, la peli con la que te demostraban las maravillas del Surround y el 5.1 era precisamente esta, la que yo considero la mejor película de James Bond jamás rodada :-D

Tb opino como tú de directores absolutamente impersonales como Rattner o Cohen, muy efectivos, desde luego, pero son la personalidad de un saco de cemento Portland, claro que eso es lo que quieren los estudios, en una vuelta a esquemas productivos de los años 50, donde el director es un oficio más, como iluminador, atrezzista, montador... y el que manda realmente es el estudio mediante la mano de hierro del productor.

Un visionado de "Manhunter" (1986, M. Mann) y posteriormente de "Dragon Rojo" (2002, B. Rattner) nos permitira comprender como basándose en la misma novela de Thomas Harris, pese a carecer la primera de la inquietante presencia de Anthony Hopkins como Hannibal Lecter, la personalidad de Mann (sí, bueno, vale... y su manierismo ochentero) hacen que William Petersen (Grissom en "CSI Las Vegas") casi resulte mejor actor que Edward Norton (quizá el mejor actor de su generación) interpretando el mismo papel.

Sobre La Jungla 4.0... pues lo pasé como un crío pero pese a todo no supera la tercera parte, para mí la mejor con diferencia. Wiseman en la primera parte de la 4.0 consigue algo más que interesarte, de hecho la trama se va planteando de forma muy innovadora para la tradición "junglera" pero cuando empieza "la hora de los mamporros" o "el show de McLane"... bueno, pues sí, muy espectacular... MUCHO pero flojea un poco.

Sigue teniendo frases magníficas, como en la guarida de un divertido Kevin Smith: "o me dices ahora mismo lo que necesito saber o te inflo a hostias en tu propia casa"(sic), las respuestas de la hija (es una McLane SIN DUDA) o el gesto de impotencia del malo más blando de toda la saga, cuando cierra los ojos mientras se aprieta con los dedos en el puente de la nariz y le pasa el walki-talki a la hija diciéndole "habla tú, yo no puedo con este tío" :-D

O un McLane en estado puro:
-¿Te has cargado un helicóptero con un coche?
-Sí, es que no me quedaban balas.

Eso sí, cualquier frase es susceptible de mejorarse... mi gran amigo Ramón, amante del cine casi incluso por encima de las mujeres (que ya es amar, y más en él) me contó el momento de la persecución dentro de la maraña de tuberías del final por parte del secuaz pizpireto mientras McLane le dispara con una frase aún mejor que la real:

(mientras pega tiros a diestro y siniestro sin ser capaz de acertar al secuaz, que no deja de dar saltos y cabriolas entre las pasarelas y tuberias, acercándose cada vez más)"Estáte quieto, coño, que pareces una puta comadreja".

¿Para cuando la 5?