Harry Potter y la Orden del Fénix (Harry Potter and the Order of the Phoenix)


Como el turrón, vuelve Harry Potter un año más en su quinta aventura. En una saga tan establecida las novedades brillan por su ausencia, y se mantiene el tono y escenarios redefinidos en la tercera parte de la saga, El prisionero de Azkaban, dirigida por Alfonso Cuarón y que para mí sigue siendo la mejor de todas.

La trama nos cuenta como Harry Potter, se enfrenta a todo el mundo intentando demostrar que Voldemort ha vuelto, así como los intentos por parte del ministerio de magia en desacreditarlos a él y a Dumbledore. Un nuevo secreto será desvelado aun a costa de la vida de uno de los principales personajes.

Harry Potter y la Orden del Fénix supone un paso adelante en cuanto a calidad se refiere con respecto a la cuarta parte de la saga, que en su afán de recortar el libro lo máximo posible, resultaba confusa e incapaz de resultar intelegible para todo aquél que no se hubiera leído el libro. En el film que nos ocupa, la adaptación resulta ejemplar eliminando casi por completo toda la paja que puebla los libros de Rowling dejando lo esencial, de manera que pueda ser comprendida por todo el mundo aun sin haberse leído los libros. Aun así, peca quizás de haber eliminado demasiado material y haber dejado un tanto pobre el tramo central de la misma.

La dirección del debutante David Yates resulta eficaz aunque carente de garra, se nota no obstante que ha seguido el ejemplo de buen hacer que dejó Cuarón, y su estilo se asemeja al del realizador mejicano, logrando que aunque no sea una película redonda (el tramo central avanza demasiado lentamente y las escenas de acción parecen demasiado cortas, mientras que otras como los montajes musicales que nos muestran el aprendizaje de El ejército de Dumbledore, resultan quizás demasiado largos) se sitúe fácilmente como la segunda mejor película de la saga.

Los actores está correctos, mantienen la tónica de la saga, si bien se echa en falta más cancha para actores como Maggie Smith, Emma Thompson o Alan Rickman, que siguen siendo demasiado secundarios con el juego que podrían dar, sobre todo los dos segundos.

Técnicamente la película mantiene el buen nivel de la saga, conservando el diseño artístico que se creó para la tercera parte de la saga así como su tono de fotografía, vestuario y efectos visuales. Musicalmente, si bien no está a la altura de lo compuesto por Williams, la partitura creada por Nicholas Hooper resulta superior, al menos en la película, a la escrita por Patrick Doyle, mejor musicalmente pero excesiva con las imágenes. Aun así, musicalmente es muy simple y carente de temas propios destacables por lo que aunque funciona bien con las imágenes en una escucha aislada decepciona.

Resumiendo, si te gusta la saga Potter hasta ahora te gustará, si no, mejor no lo intentes. Si eres fanático de los libros y te gusta que esté todo todo todo en la película, tampoco la veas. El film resulta siempre correcto y entretenido, con un tramo central quizás un tanto farragoso, por la ausencia de golpes de efecto principalmente y con el mejor final, quizás de la saga, al menos el más espectacular. Aunque realmente uno se queda con la sensación, al igual que tras leer el libro, que la excusa argumental es un tanto pobre, por no decir ridícula.

Comentarios

Daniel Marcos ha dicho que…
Pues a mi me ha gustado porque soy gran seguidor de Harry Potter (tanto libros como pelis) pero se me hizo "sosa"... no sé... le faltó algo, no sé como definírtelo, pero le faltó algo.
También pienso que quien no se haya leido el libro... no habrá entendido la mitad de la película.
Egon.Net ha dicho que…
A mí me dio la sensación de que era una película "de transición", estilo Piratas del Caribe 2 (aunque no tan exagerado). Es una pelicula en la que prácticamente no pasa nada, no hacen más que recordarte lo que va a pasar, pero... en otra película :P
José Córdoba ha dicho que…
Yo creo que sí se entiende todo en mayor o menor menida. Y Ger, coincido contigo, aunque lo malo es que lo que tiene que pasar tampoco ocurre en el sexto libro (que son 700 páginas de paja hasta que llegas a algo con cierta entidad).