Hijos de los hombres


Con varios meses de retraso y gentileza del DVD he podido ver,por fin, la última película de Alfonso Cuarón, Hijos de los Hombres (Children of Men), basada en la novela homónima de P.D.James. Es curioso cómo en pocos días puede uno cambiar de opinión. Hace poco comentaba en un post que el Oscar de dirección a Scorsese me parecía justo pues su trabajo me parecía de los mejores del año pasado. Sin embargo, tras ver Hijos de los hombres, he de "denunciar" la tremenda injusticia que se ha hecho con esta película, que fracasó moderadamente en taquilla. Pero vayamos por partes.

Hijos de los hombres nos presenta un futuro devastador pero cercano en el tiempo. La humanidad hace tiempo que dejó de ser fértil y acaba de fallecer la persona más joven del planeta. La acción transcurre en Inglaterra donde todo inmigrante es tratado como ilegal sea de la nacionalidad que sea y deportado a campos de concentración. Un grupo revolucionario llamado Los Peces intenta preservar los derechos humanos de estas personas mientras promueve una revolución social. Mientras todo esto ocurre, el protagonista, interpretado por Clive Owen, ha de trasladar a un lugar seguro a una misteriosa joven.

A grandes rasgos ésa sería la trama principal de la película. El objetivo es mostrar el caos absoluto en el que se ha sumido la humanidad, su deshumanización, no importan las razones pero sí sus consecuencias. Con cuatro trazos consigue transmitirte toda la desolación de ese futuro aterrador. Y ése es uno de sus grandes logros el lograr esa involucración, sin ser explicativo, sólo indicando la información necesaria y dosificándola durante la narración, integrándola perfectamente. Por otro lado, la película apunta tantas cosas que cuando acaba te deja con las ganas de más, quieres saber más, mucho más sobre el devenir de la historia posterior.

A nivel de dirección, la película es una obra maestra. La mejor dirección del año pasado, superior a lo logrado por Scorsese en Infiltrados y merecedora de todo tipo de premios. Cuarón estructura la película entorno a un conjunto de planos secuencia, a cada cual de más perfecta resolución y de más complicada ejecución, llegando a límites insospechados en la complejísima secuencia final. El director demuestra un dominio absoluto de la narrativa visual, dotando además de un ritmo endiablado a la narración que carece de baches y transcurre en un impresionante crescendo hasta el final. Además sorprenden varios guiños de Cuarón a Spielberg en la planificación de varias secuencias. Así un viaje en coche del protagonista a visitar a su primo está planificado tal cual el viaje de Jim con su familia a una fiesta de disfraces en El Imperio del Sol; el impresionante plano secuencia del ataque al coche remite directamente a la huida en coche de La Guerra de los Mundos; un plano a través de una ventana agujereada por el impacto de algo, remite también a esta película de Spielberg. Pero hay más, la inspiración en la realización de películas como Salvar al Soldado Ryan o La Lista de Schindler también es muy evidente.

A nivel interpretativo también la película está a un gran nivel, si bien tampoco es un film de lucimiento, salvo, quizás, para Clive Owen. Todos los actores están muy adecuados en su papel, y ninguno desentona del conjunto.

La fotografía del maestro Emmanuel Lubezki, uno de los mejores directores de fotografía trabajando en la actualidad, es decisiva para lograr el aspecto de desamparo que nuestra sociedad luce en la película. El diseño de producción y vestuario también están muy acertados en transmitirnos esa sensación de futuro cercano (la película transcurre en 2028). Quizás la música sea lo menos destacable de la película. La banda sonora consiste durante gran parte del film en la repetición de un fragmento de una sinfonía del compositor contemporáneo John Taverner. Adecuada en muchas escenas no molesta y es efectiva, pero está por debajo del extraordinario nivel ofrecido en el resto de categorías del film.

Hijos de los Hombres, demuestra cómo el éxito de una película es imprescindible para su reconocimiento posterior, pues es una película que debería haber sido multinominada en los últimos Oscar. Cuarón ha dirigido la que, probablemente, sea su mejor película hasta la fecha y ha presentado un ejercicio de dirección que debería estudiarse en años posteriores pues es modélico. Tras su visionado,la película te deja con ganas de más, o incluso con la sensación de que se podría haber profundizado algo más, pero creo que la intención no era la de analizar, sino la de transmitir sensaciones, emociones, un ejercicio emocional, descriptivo más que analítico y eso lo logra con creces.

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