Salvador


Creo que es la primera vez que veo todas las seleccionadas a mejor película española en los Goya antes de la ceremonia. Salvador era la única que me falta y este fin de semana, en el cine club Pessic de Dénia, pude verla. Tras verla me surgió en seguida una pregunta, si dos películas como Salvador o Alatriste han llegado a ser seleccionadas como mejor película española del año, cómo tiene que haber sido el resto.

Salvador narra los últimos años de vida de Salvador Puig Antich, el último ajusticiado a garrote vil durante la dictadura franquista. Acusado de matar a un policía, la familia siempre ha intentado demostrar que el juicio fue injusto pues hay evidencias de que el cadáver del policía presentaba más impactos de bala que las disparadas por Antich. Además todo el suceso acaeció durante un forcejeo entre la policía y él.

Hay que reconocer, antes de meterme en la parte negativa del film, que la factura técnica es muy buena, la recreación histórica adecuada y la realización competente, aunque equivocada en el tono. Las actuaciones también están bastante conseguidas, aunque hay que reconocer que los personajes tampoco son difíciles, ni siquiera el que da nombre a la película. Este problema es el mayor escollo del film.

Salvador Puig Antich tal y como aparece en la película es un personaje a quien el espectador no entiende. Un joven estudiante que se mete dentro de grupos anarquistas en contra del régimen pero del que nunca llegas a entender sus motivaciones ni siquiera sus ideas políticas ni las del grupo. La película no analiza ni intenta mostrarnos la ideología detrás de estas personas, por lo que sus acciones, rodadas además como si fueran unos Robin Hood de tres al cuarto los idealizan de un modo increible. Esta idealización sería comprensible si las acciones estuvieran orientadas directamente contra el regimen, manifestaciones y este tipo de actos, pero no, lo que la película muestra son, en su mayoría, atracos a bancos. Además la narración de los hechos efectuada por el propio Antich desde la cárcel a modo de flashback tampoco muestra aflicción ni nada que te indique que este "héroe" está en una cárcel durante el régimen franquista pendiente de juicio por el asesinato de un policía. La película parece un poco más centrada en sus relaciones sentimentales, aunque también de un modo muy superficial, sobre todo en el caso de su última relación, un personaje interpretado por Ingrid Rubio, cuya utilidad es nula, aunque, eso sí, le pone el sello español al conjunto al aparecer desnuda durante gran parte de su interpretación. Salvador por lo tanto aparece como un héroe irreal, incomprensible, idealizado al máximo. Enfrente tenemos a la policía y guardia civil franquistas que son el lado opuesto. No es que sean malo es que son el mal personificado, el único personaje que parece humano es el interpretado por Leonardo Sbaraglia, un funcionario de prisiones. Un personaje cabrón y maligno al principio y que tras una lectura de una carta, de repente es una buena persona que hasta juega con Antich (interpretado por cierto por el actor Daniel Brühl) a baloncesto. Es posible que un personaje cambie pero necesita una evolución, un cambio tan radical no es creíble.

Pero donde la película llega a la manipulación máxima es en su narración de las horas finales del protagonista. Aquí el director saca todo su arsenal de recursos, tampoco demasiados todo hay que decirlo, para lograr la lágrima del espectador. Da igual el cómo lo importante es que al final el público llore, usando música, mostrándonos el asesinato, ofreciedo un constraste brutal entre verdugos (ya casi de tebeo) y víctimas, todo vale con tal de conseguir la lágrima.

Al acabar la película la sensación es la de haber asistido a una película religiosa sobre la vida de un santo mártir en vida. Y creo que la trama, el tema era para haber sido tratado con algo más de seriedad y rigurosidad. Así Salvador la película es un producto de indudable calidad técnica, de gran factura pero manipuladora hasta la náusea.

PD: Nótese que al contrario de lo que es habitual en mí no he comentado nada de la banda sonora, pero lo compuesto por Llach no merece ese título por lo ramplón y reiterativo. Habiendo excelentes músicos en España no entiendo esta decisión de los productores. Por cierto, seguro que se lleva el Goya.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
José, acabas de dar en el clavo. Es un gusto leer una opinión independiente como la tuya. "Salvador" es eficaz técnicamente, como dices, y manipuladora. Como casi todo el cine español. A veces pienso si nuestros directores, en lugar de intentar hacer doctrina (ojo, no hablo de ideología, hablo de dar la lata con todo tipo de convencimientos y prejuicios); si en lugar de eso, quisieran entretener, fascinar, asustar, divertir... entonces el público volvería a sentirse orgulloso de una industria que, por lo demás, tiene excelentes profesionales. En el fondo, es como una empresa con buenos operarios y nefastos ejecutivos.
José Córdoba ha dicho que…
Gracias Guzmán! Yo también creo que al cine español le pasa algo de eso que tú dices, y añadiría pretenciosidad. No se contentan con hace una película de aventuras sino que tiene que ser un fresco histórico sobre el hundimiento de la España del siglo de Oro. El problema es que no se quedan ni en una cosa ni en la otra y les acaba saliendo Alatriste.
Anónimo ha dicho que…
No sé qué pensarás tú, pero a mí me da la impresión de que, en nuestro cine, la épica es algo evitar desde hace bastantes años, y la han sustituido por un costumbrismo oscuro y deprimente. Es una lástima, porque en los años sesenta, setenta y primeros ochenta hubo aquí muchísimo cine de género, que se vendía en medio mundo: terror, aventura (casposa, sí, pero agradable), capa y espada, western, policiaco, etc. En eso admiro a italianos y franceses, que alternan en su cine las películas "comprometidas" (de las que crean prestigio) con cintas de pura y simple diversión. Esta situación me hace echar de menos a Juan Piquer, a Paul Naschy, a Isasi Isasmendi, a Romero Marchent...
Johnymepeino ha dicho que…
El cine español me la bufa (no puedo con él) pero vosotros sabeis más y lo habeis explicado muy bien.

El tema de Puigantich es "precisamente" que el chaval pasaba por allí y el régimen lo utilizó como escarmiento. Esa es la necedad...del régimen.
Pero claro, hay que saberlo contar, y estos tios sólo buscaban una pelicula del santoral catalá, de ahí la obligatoriedad de Llach ;)

haberme dicho que estabais en el 20blogs :)
José Córdoba ha dicho que…
Sí, yo creo que quizás por no arriesgar no han intentado hace cine de género como el de los 70,80. Son película caras de hacer, bueno realmente si se tiene imaginación, no, pero bueno eso es algo que no abunda en nuestro cine. Tienden a hacer cine de "personajes" baratito pero los guiones y realizaciones e intenciones suelen dejar mucho que desear. Falta atrevimiento y sobran pretensiones, sobre todo esto último. Este año al menos han tenido cinco películas de éxito, igual lo toman de ejemplo de camino a seguir. Ojalá.