El Laberinto del Fauno


Ya he visto, por fin, la película más esperada para mí del año y, pese a mis altas expectativas, no me ha defraudado, es más las ha excedido. Es sin duda la mejor película de Guillermo del Toro y una de las mejores, sino la mejor, del año. Y es española(aunque en coproducción con EEUU y Méjico, si bien los medios técnicos y artísticos y la mayor parte del dinero son españoles).

El laberinto del Fauno narra la llegada de una niña y su madre a un lugar indeterminado del norte de España donde las espera el nuevo marido de ella, un general franquista decidido a aplacar la rebelión de los maquis en esa zona del país. Una vez allí, la niña descubre la entrada a un laberinto antiquísimo que le servirá de refugio para los acontecimientos que seguirán.

Guillermo del Toro es un cineasta firmemente anclado en el fantástico si bien en algunas de sus películas ha hecho acercamientos al terror (Mimic) o al western (El Espinazo del Diablo). En esta película vuelve a mezclar realidad y fantasía, situando la acción en los años posteriores a la guerra civil española, como ya hiciera en El Espinazo del Diablo, si bien el acercamiento estilístico es muy distinto. Ésta es una película tenebrosa, donde el mal es dolorosamente real, que transcurre en un bosque misterioso con una atmósfera opresiva.

En esta película con influencias de “A través del Espejo” o de “La Historia Interminable”, el mal no es algo que provenga del más allá, no es algo intangible. Un ogro, un ser humano, un militar interpretado por un Sergi López ejemplar, representa toda la maldad del ser humano, muestra hasta dónde puede llegar el hombre para lograr sus objetivos. Es un personaje inolvidable, asqueroso, repugnante, real que, desde ya, se convierte en el mejor villano de los últimos años. En contraste tenemos la inocencia, la pureza, la imaginación de la niña Ofelia, interpretada por Ivana Baquero, que se refugia en su mundo de fantasía para huir de la muy dolorosa realidad. A su alrededor pululan otros personajes más secundarios pero igualmente importantes interpretados por Ariadna Gil, Maribel Verdú o Álex Angulo (estos dos últimos realizan unas interpretaciones matizadas, creíbles, impresionantes).

El trabajo de del Toro tras las cámaras es de gran altura, de un director que sabe lo que se hace. La película transcurre de la realidad a la fantasía, de un modo continuo, sin fisuras. El director dota al relato de un ritmo en aumento y opresivo, no sabes dónde te va a llevar, pero intuyes que no hay luz al final del camino aunque albergas la esperanza de que la haya. Además todos los apartados, mal llamados técnicos, rozan la perfección desde la claroscura fotografía de Guillermo Navarro hasta la música de Javier Navarrete, pasando por unos increíbles efectos visuales, teniendo en cuenta el no muy alto presupuesto de la película. Pero por encima se sitúa Guillermo del Toro, como un gran director de orquesta que sabe extraer lo mejor de cada parte para conseguir un todo brillante porque la película emociona, involucra. Cada aparición del fauno, cada acto de violencia, fascina, repugna, interesa.

Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto en el cine. Guillermo del Toro ha realizado su obra maestra y para el que escribe la mejor película que he visto este año. Sólo un detalle, para mí, inexplicable, ¿por qué no estaba en la terna de candidatas por España para los Oscar? En Méjico han tenido más ojo y es su candidata para representarles en la Academia de Hollywood.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Uf, menos mal que he visto el título de la entrada y me he ido directamente hacia abajo para no leerla XD

Ya te contaré cuando la vea
Anónimo ha dicho que…
Totalmente de acuerdo, me quedo con el detalle del reloj del capitán. Ya te contaré en persona.
José Córdoba ha dicho que…
arg, jac, ese detalle me lo tienes que contar porque con un accidente con las palomitas nos perdimos justo el momento en que lo explican y me dio muchísima rabia.

Susana, no cuento nada importante de la trama, creo que se puede leer aunque no se haya visto la película. Pero bueno, ya contarás qué te parece.