Monster House


Monster House supone un regreso, más bien, una regresión a la infancia, a esos años ochenta que para muchos significan nuestra inocencia. Por aquel entonces el cine estrenaba productos orientados a los niños, pero que podían ser vistos y disfrutados por los adultos. Entre todas las productoras surgidas por aquella época destacaba Amblin, auspiciada por Steven Spielberg. De ella surgieron clásicos del cine infantil como Los Goonies, E.T., El Secreto de la Pirámide, la trilogía de Regreso al Futuro y ¿Quién engañó a Roger Rabbitt?, entre otras. Yo crecí con esas películas y guardo un grato recuerdo de todas ellas que, además, han resistido el paso del tiempo de un modo excelente. Por eso el estreno de Monster House supone una alegría, pues recupera el espíritu de ese cine. Ambientada en los años 80 (aunque sin decirlo en ningún momento) narra el terror que tiene un niño a la casa situada enfrente suyo. Una casa habitada por un hombre odioso llamado Nebencracker y que parece tener vida propia.

La película, producida por Spielberg y Zemeckis, retrata como era habitual en estas producciones unos hechos que acontecen en los suburbios de una ciudad, un vecindario de casas unifamiliares donde los niños pueden campar a sus anchas. Además nos presenta a dos niños, que no destacan por ser los más populares del colegio y con problemas afectivos (el padre se niega a decirle Te Quiero a su hijo, aunque la madre se lo pide con insistencia cuando se van de vacaciones; o los padres siempres ausente del otro niño apodado Croqueta), un factor común en el cine y producciones de Steven Spielberg. A estos dos niños se uniría la niña sabelotodo y repelente, que acaba siendo la única que cree en su historia y que además marca el despertar sexual de los niños, que ya están cerca de entrar en plena pubertad. También tenemos la niñera "pasota" con un novio sobón "fumeta", que, por supuesto, tampoco cree en las advertencias de los niños sobre la casa y un par de policías que desbaratan los intentos de los protagonistas en descubrir el secreto de la casa. Y luego, está la casa. Una casa con vida, terrorífica, con claros referentes en Poltergeist o Noche de miedo. A nivel de historia, de personajes, la película es, como he dicho, nada a contracorriente, devolviéndonos las características del añorado cine infantil de los ochenta.La película se podría enmarcar como film de animación, aunque tiene una diferencia radical con respecto a las producciones de Pixar o Dreamworks: haber sido realizada con la técnica "Motion Capture". Esta técnica permite grabar a los actores haciendo los movimientos de sus personajes animados, de modo que los movimientos, expresiones corporales, diálogos están directamente extraído del trabajo de los actores que interpretan los personajes. Esta técnica fue empleada por primera vez en la película Polar Express, aunque afortunadamente ha evolucionado mucho desde entonces. En esta los rostros de los personajes, los ojos, transmiten emociones y a pesar de su diseño caricaturesco pueden llegar a parececernos seres reales, algo que nunca sucedía con la película interpretada por Tom Hanks. Otra diferencia radical en esta técnica es que permite a directores con poca o ninguna experiencia en el campo de la animación, rodar una película en este estilo y se nota. La tecnología digital hace que la cámara no sea un armatoste difícil de mover sino simple y llanamente un punto de vista, que puede moverse por cualquier lugar sin impedimentos y en esta película lo aplican. Una cámara siempre en movimiento dota de personalidad al filme. Influenciado por Spielberg y Zemeckis claramente, el novato Gil Kenan, presenta unos planos en los que la cámara se mueve, gira, tiene libertad de movimientos alrededor de acciones y personajes, consiguiendo momentos extraordinarios como la escena en que la casa vuelve a la vida. De este modo, consigue alejarse del cine de animación tradicional que tiende a imitar la dificultad de movimiento de una cámara en un rodaje real, con multitud de planos fijos o con grúa, sin sacarle provecho al hecho de encontrarse en un entorno no físico. Pero no sólo el plano técnico es ejemplar, a nivel de guión la película funciona, te importan sus personajes, sus sentimientos, además el director sabe dotar de ritmo a la acción e, incluso, consigue algún que otro sobresalto en la butaca. Además, quizás para cerrar el ciclo, la leyenda que rodea la casa acaba resultando muy burtoniana y hermosamente triste. En el plano musical la película también está muy conseguida con una partitura escritar Douglas Pipes, un compositor para mí desconocido, que realiza un divertidísmo acercamiento a la música de terror de la serie B.

En resumen, una película muy recomendable, nada pretenciosa ni ambiciosa, alejada del virtuosismo técnico de Cars, aunque, en su conjunto, bastante mejor resuelta. Una gratísima sorpresa que se sitúa por encima de todas las películas de animación que he visto este año y que, además, consigue que tenga muchas ganas de ver el nuevo proyecto de Zemeckis rodada con el mismo sistema e inspirada en la leyenda de Beowulf.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Ésta es otra de las que quiero ver. Por cierto, Los gO.Onies y El secreto de la pirámide, forman parte de mis películas favoritas de aquellos años
José Córdoba ha dicho que…
También forman parte de mi infancia, por eso quizás me gustó tanto esta película. La pena es que aquí no se haya estrenada en 3D como sí que se hace en los USA.
alegría ha dicho que…
Oye, pues primera noticia que tengo de eso del 3D O_O Y esto me recuerda que también en los 80, se puso de moda una temporada, las pelis que tenías que ver con las famosas gafitas que te daban en el cine :)
José Córdoba ha dicho que…
pues esto es la evolución del sistemas. Gafas 3D polarizadas por lo que ya no se pierden los colores y visto en IMAX por lo que la inmersión en la película es total. Se está preparando varias, de hecho a final de mes se reestrena Pesadilla Antes de Navidad en este formato.