Reseña Antigua: La Venganza de los Sith


Me ha hecho gracia reencontrarme hoy en la web Cinematracks con esta reseña que hice hace ya tiempo sobre la banda sonora de el episodio III de la Guerra de las Galaxias. Voy a seguir googleando a ver si encuentro alguna cosa más, sobre todo de las publicadas en la web echada a perder por sus creadores Preestreno.

Después de casi treinta años el círculo se cierra. Para cuando se estrene el 19 de Mayo Episode III: Revenge of the Sith, habrán pasado veintiocho años desde el comienzo de esta gran aventura. Poco se puede decir que no se haya dicho ya sobre la saga de Star Wars, al igual que sobre su música. Así que pasemos de preámbulos y vayamos directamente al grano.

John Williams debe ser un hombre feliz: con esta partitura ha dado fin a la que probablemente sea la composición fílmica más compleja y de mayor éxito de la historia del cine. Tan sólo la reciente composición de Howard Shore para Lord of the Rings podría comparársele. El resultado final sólo puede calificarse de excelente.

Los retos a los que se enfrentaba el compositor en esta segunda trilogía eran difíciles de sortear. Por un lado, este Williams del siglo XXI ha evolucionado mucho con respecto al de los años setenta; su música ya no suena igual. Además, tenía el inconveniente de tratarse de una serie de películas anteriores cronológicamente a la original, es decir una explicación de los orígenes.

La solución fue amoldar su estilo compositivo actual al que usaba por aquel entonces, para ir acercándose progresivamente a lo largo de las tres películas al estilo compositivo original. Así la primera parte se mostraba muy luminosa, con multitud de nuevos temas y retazos de los temas clásicos, casi se diría que en forma de embrión. La segunda parte se tornaba un poco más oscura, introduciendo un tema nuevo, un tema de amor con trasfondo trágico y mayor abundancia de las melodías de la trilogía original. Así llegamos a la tercera parte, que es la que ha de funcionar como puente entre ambas trilogías.

La primera sorpresa que nos encontramos en la audición de este nuevo episodio III es una clarísima tendencia hacia las sonoridades más graves y oscuras. Es una partitura muy poco luminosa salvo en la última pista, que deja entrever un atisbo a la esperanza. Además, también sorprende la casi total ausencia de varios temas musicales esenciales en la saga como el tema de Yoda o el del Emperador. Por el contrario, los leit-motif de la Fuerza y la Marcha Imperial ganan más presencia que en anteriores ocasiones, con algunas variaciones realmente interesantes. Así mismo, es la partitura con mayor presencia coral de todas, con momentos realmente impresionantes como “Battle of the Heroes”, que se presenta, además, como el único tema nuevo de la partitura.

John Williams ha decidido también alejarse de lo predecible hasta llegar a puntos realmente interesantes. Al contrario de lo que viene siendo habitual, no ha creado un tema nuevo para el recién estrenado villano de la película, el General Grievous. En su lugar ha diseñado un estilo musical para sus apariciones basado en los metales de la orquesta y variados tipos de percusión, que se presenta como la novedad más destacable de la partitura.

Los temas de acción vuelven a ser muy elaborados, requiriendo a su vez una gran concentración por parte de la orquesta en su interpretación. En ellos encontramos además una nueva peculiaridad: la ausencia de temas reconocibles en su escritura. El porqué es difícil de explicar, aunque la razón podría estar en el maltrato que Lucas dio a las partituras en el montaje de las dos películas anteriores, al seguir editando e incluso añadiendo escenas nuevas después de haber sido grabada y sincronizada la música. Esto último era muy obvio en The Attack of the Clones, donde podía escucharse, por ejemplo, el tema de Yoda en una escena donde el personaje no aparecía (aquella que transcurre en la fábrica de androides), o donde la mayor parte del material compuesto para la batalla de Geonosis fue eliminado.

Así, los temas compuestos para esta nueva película parecen hechos para aguantar este “corta y pega” de Lucas, al menos de modo coherente. La partitura además nos presenta algunas decisiones sorprendentes, como la ausencia de la Marcha Imperial durante la primera aparición de Vader, tan sólo sugerida y unida a una triste rendición del tema de la Fuerza.

La distribución de la música en el disco de Revenge of the Sith, como es habitual en el compositor norteamericano, no es cronológica sino que responde a una ordenación pensada para un mayor disfrute del oyente. Además, los créditos finales, aparte de ser los más largos de las seis películas, pasan por ser los más elaborados de la nueva trilogía, aunque la inclusión del tema “Throne Room”, que corresponde a la entrega de medallas de Star Wars, ha causado cierta polémica entre los aficionados. El porqué de esta inclusión es difícil de adivinar, salvo que se trate de autohomenaje de Williams; su modo de celebrar la finalización de una obra que le ha ocupado durante casi 30 años.

Resumiendo, se trata de un disco que se resiste en una primera escucha y en el que son muy importantes los detalles, muchos de los cuales han sido señalados aquí y otros quedarán para descubrimiento del oyente. Además, deja entrever que hay una gran cantidad de música que no ha visto la luz en edición discográfica. Por ejemplo: el duelo final apenas ocupa cuatro minutos del disco, por lo que es probable que dentro de un tiempo aparezca una versión definitiva de la partitura.

Probablemente estas primeras impresiones cambien para mejor al escuchar la música en el contexto de la película que es (no nos olvidemos) su origen y para lo que ha sido compuesta. En cualquier caso, representa un gran y sorprendente cierre a la saga, amén de ser un gran puente entre las dos trilogías.

Un detalle más: la edición de la banda sonora se acompaña de un DVD de más de setenta minutos presentado por Ian McDiarmid, que consiste en un viaje musical en orden cronológico a través de la saga en forma de videoclips, con las mejores piezas compuestas acompañadas de imágenes de las películas. Con iniciativas así, sí se lucha contra la piratería.

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